En la República Dominicana se ha venido desarrollando un escenario alarmante donde grupos civiles se han conformado en policía de facto para cercenar el derecho a la libre expresión, reunión y manifestación, específicamente en lo relativo a la desigualdad racista y de género en nuestra sociedad. El trasfondo de esto es la herencia de políticas discriminatorias e incluso genocidas, las deformaciones ideológicas, prejuicios y doctrinas de odio que instauraron los regímenes trujillista y balaguerista desde 1930 a 1996. 

La alianza implícita o explícita de los sucesivos gobiernos con partidos o figuras que fundan su política en esas bases, el pacto de silencio y no confrontación con estos actores, ha impedido que esa herencia haya sido superada, permitiendo la continuidad de políticas discriminatorias y de violación de los derechos fundamentales. Avalando una absoluta impunidad con que se puede incitar al odio, amenazar de muerte a personas y grupos, linchar mediáticamente e incluso asesinar, sin que las instituciones que imparten Justicia hagan absolutamente nada.

Eso ha creado un caldo de cultivo para que, en un momento de auge mundial de la ultraderecha, grupúsculos que reivindican el odio y la violencia como falsa «defensa de la nacionalidad», tengan atribuciones de impedir el ejercicio de los derechos y libertades fundamentales, con la pasividad e incluso complicidad de las fuerzas de seguridad y orden público, así como de importantes medios de comunicación, que terminan contribuyendo a sus objetivos. Sencillamente, la política y el discurso de odio, y los grupos y partidos minúsculos que la reivindican, están por encima de la Constitución. Dirigentes, activistas, intelectuales, periodistas y comunicadores.as, comunidades inmigrantes, han sido blanco de esta situación. 

Los Centros CLACSO en República Dominicana condenan el sabotaje de grupos violentos a la actividad realizada este martes 9 de junio, en solidaridad con la lucha social en Estados Unidos y en el mundo por el asesinato de George Floyd, el racismo y la brutalidad policial. De igual modo, repudiamos la detención arbitraria de las activistas Ana María Belique (Movimiento Reconoci.do) y Maribel Núñez (Acción Afrodominicana). Este tipo de acciones represivas, son expresión del autoritarismo, la impunidad y el abuso de poder con el que en lo cotidiano actúan las entidades policiales y militares de República Dominicana, dejando actuar a sus anchas a quienes promueven el odio, la agresión, la intolerancia y la violación de derechos. 

Desde los centros CLACSO, queremos manifestar nuestro apoyo a Ana María Belique, Maribel Núñez, así como a todas las personas que asistieron al acto de solidaridad y se mantienen en lucha sistemática para que el racismo y la discriminación, muchas veces normalizados y legitimados institucionalmente, sean desmontados de los imaginarios y de la práctica en nuestro país. Ser criminalizado, violentado y apresado por alzar la voz pacíficamente y más en estas temáticas, son señales claras de la garantía de derechos no es tal en el país y que el logro de una sociedad sin racismo, con plenas libertades e igualdad está doblemente vulnerabilizado, con responsabilidad directa del Estado, los partidos políticos y los grandes medios de comunicación.

Centros CLACSO RD

Junio 2020

https://www.clacso.org/condenamos-detenciones-arbitrarias-a-activistas-afrodescendientes/